Uno de los productos más utilizados para la limpieza y desinfección es el alcohol etílico o etanol. Se puede encontrar en concentraciones de arriba de 60° hasta 96°, cuya diferencia radica en su eficacia como desinfectante. Hoy en el blog de Pochteca nos enfocaremos en el alcohol de 95° y te contaremos sus propiedades y usos.
Propiedades del alcohol de 95°
Cuando vemos que una etiqueta indica alcohol de 95° indica que el producto contiene un 95% de etanol y un 5% de agua. Por ejemplo, 1000 ml de alcohol de 95° contienen 950 ml de alcohol puro y el resto en agua para una reducción de volumen. A veces se le denomina alcohol de 95% para indicar el porcentaje en volumen de la dilución.
En general, el alcohol en presencia de agua tiene la capacidad de desnaturalizar las proteínas de los microorganismos por lo que se utiliza como bactericida o microbicida de amplio espectro, siendo incapaz de actuar frente a esporas.
El alcohol es un líquido incoloro, inflamable, que alcanza su punto de ebullición a los 78°C. Cuando se diluye en agua forma una mezcla azeotrópica, es decir, que se comporta como si fuera una sustancia pura o un solo componente, lo que le da mayor facilidad para almacenarse y manipularse. Además de ser soluble en agua, se activa con algunos solventes y derivados de celulosa, formando azeótropos y acetatos.
Ya que la efectividad como microbicida aumenta con la concentración, el alcohol de 95° se utiliza principalmente como desinfectante, aunque también puede usarse como disolvente, anticongelante y conservante.
Aplicaciones del alcohol de 95°
Esterilización de material médico
La efectividad del alcohol de 95° es muy alta como limpiador y antiséptico para esterilizar material quirúrgico y superficies de trabajo. El instrumental quirúrgico puede limpiarse en inmersión en alcohol, pasar un tampón empapado o con alcohol ardiendo.
En general, este instrumental puede desinfectarse con alcohol siempre y cuando no se encuentre manchado con sangre o con otros líquidos biológicos. Asimismo, el material que puede limpiarse es aquel que entra en contacto con la piel sana, por ejemplo, termómetros, tensiómetros, estetoscopios, entre otros teniendo cuidado de que el alcohol no entre en contacto con las gomas para evitar que se dañen.
Antiséptico para heridas de la piel
El alcohol se utiliza para limpiar heridas superficiales y eliminar microbios para prevenir infecciones. Asimismo, se usa para la limpieza y preparación previa a inyecciones, curaciones o pequeñas suturas.
Desinfectantes domésticos
El alcohol de 95° es un desinfectante que se puede utilizar en productos de limpieza para diversos tipos de superficies y objetos, con un potente efecto microbicida aun cuando se aplique en grandes superficies como pisos, mesas de trabajo, cocinas o sanitarios.
Jabones y geles
El alcohol se utiliza en la formulación de productos de higiene para manos, ya sea con o sin enjuague, como jabones y geles. Si bien es una sustancia que reseca la piel, puede combinarse con otros tensoactivos o emolientes para hidratar la piel y protegerla. Sin embargo, la alta volatilidad del alcohol hace que se evapore rápidamente por lo que no permanece demasiado tiempo en la piel.
Elaboración de bebidas alcohólicas
El alcohol para elaborar licores es el etílico de 95° como el brandy, whisky, tequila, ron, vodka, ginebra, entre otras. En la mayor parte del mundo, el etanol es aprobado para la elaboración de licores que, en bajas cantidades, produce euforia y ayuda a relajar al sistema nervioso.
Industria cosmética
Además de la fabricación de geles y jabones desinfectantes, el alcohol de 95° también se utiliza en otras aplicaciones cosméticas. Por ejemplo, se utiliza como conservante de formulaciones cosméticas para evitar el crecimiento de microorganismos como bacterias que descompongan el producto.
Los perfumes son un ejemplo de esta aplicación, donde el alcohol es indispensable para mantener las características de los perfumes y, dada la volatilidad del alcohol, también mejora la dispersión de la fragancia y no llega a dañar la piel.
En emulsiones cosméticas también se usa el alcohol etílico como antiespumante y astringente para mejorar la textura y consistencia de la formulación, dando una sensación más seca en productos que suelen ser mezclas oleosas, como protectores solares. Una vez más destaca la volatilidad del alcohol al aplicarse el producto, sin causar daños o resequedad en la piel.
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